Para no olvidar… I PARTE

Todos contamos con momentos que nos marcan, que afloran de repente, que emergen sin aviso , esas sensaciones intrusas que pululan en nuestra conciencia…

¿Saben aquello que no olvidaré? Veía a mi padre al salir por la mañana, como siempre compartía una sonrisa y una palabra suave, pero esta vez  él retiraba de su billetera un recorte de periódico donde aparecía recibiendo un diploma de manos del mismo Manuel Jesús Orbegozo. «Lo voy a enmarcar», dijo, «aquí lo ando siempre para no olvidarme» terminaba su frase mientras tocaba su hombro como caricia dudosa y apenas le di un «gracias papi», algo que para nada reflejaba la emoción que sentía. Un momento que casi había olvidado pero que él guardaba con notorio orgullo. No dije más. Volví a sonreírle mientras recibía su bendición para el día de trabajo que comenzaba y me alejé.

Hay mucho más por contar, ¡claro que sí!, pero espero haya mucho más por vivir